Desde 1997 se conmemora el Día Mundial de los Humedales.
El orígen de esta celebración, se remonta al 2 de febrero de 1971 en Irán, más precisamente en la ciudad de Ramsar, cuando se llevó adelante la primer “Convención relativa a los Humedales de Importancia Internacional”, siendo uno de los primeros tratados sobre conservación y uso sostenible de los recursos naturales. Originalmente lo firmaron 18 países, adhiriéndose muchos más con el transcurso de los años.
La Convención Ramsar, así es como se la conoce a nivel mundial, es un tratado internacional con 171 Estados parte al cual Argentina adhirió en 1992. Tiene como misión la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales, regionales, nacionales y gracias a la cooperación internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo.
Los humedales son ecosistemas distintos a los terrestres y a los acuáticos propiamente dichos. Son ecosistemas en los que persisten condiciones de inundación o con suelo saturado con agua, ya sea de forma permanente o semipermanente. Este concepto incluye una gran variedad de ecosistemas, pero todos los humedales poseen una importante característica: el agua. Este elemento es esencial ya que les da vida y juega un papel fundamental en la determinación de su estructura y de sus funciones ecológicas.
La Convención de Ramsar clasifica 42 tipos de humedales, e incluye “artificiales” según:
- La geomorfología, esto es la forma de la superficie terrestre
- El orígen del agua que los sustenta
- El tipo de vegetación asociada
Pero a grandes rasgos podemos reconocer cinco:
- marinos (humedales costeros, lagunas costeras, arrecifes de coral);
- estuarios (deltas, marismas de marea y manglares);
- lacustres (humedales asociados con lagos);
- ribereños (humedales adyacentes a ríos y arroyos)
- palustres (es decir, “pantanosos” como marismas, pantanos y ciénagas),
Los humedales poseen una importancia vital para nuestro planeta ya que por ejemplo, son grandes protagonistas en la regulación del ciclo hidrológico. Ayudan a purificar el agua y son una de las principales fuentes para consumo humano. También almacenan el doble de carbono que los bosques, proporcionando una gran resistencia contra el cambio climático. Los humedales se los considera “amortiguadores naturales” de eventos extremos como las tormentas y las inundaciones. El 40% de las especies de la tierra viven y se reproducen en este tipo de ecosistemas, lo cual los convierte en espacios esenciales para el mantenimiento de la biodiversidad. Además los humedales proporcionan importantes fuentes de alimentos para la humanidad. Por último, estas regiones sustentan a millones de personas que se ganan la vida directamente de la pesca y la agricultura.
A pesar de la gran importancia que poseen, los humedales del Planeta (y todas las especies animales y vegetales que los habitan), padecen un gran deterioro debido a diferentes factores, entre los que podemos mencionar los más importantes son:
- Impacto de la urbanización (asentamientos informales, desarrollos inmobiliarios, extensión de ciudades, etc.);
- Consumo excesivo y el uso ineficiente del agua;
- Cambio de uso del suelo a actividades agrícolas y prácticas extractivas;
- Rellenos sanitarios;
- Modificaciones en los cursos de agua superficial;
- Contaminación del agua por vertidos residuales y desechos mal tratados.
Te sugerimos algunas acciones que pueden contribuir a detener el deterioro de estos ecosistemas tan importantes para el mundo:
- No tires basura y recoge la que encuentres. Dejala en un lugar adecuado para ello
- No destruyas la vegetación ni plantes especies exóticas
- Evita molestar a los animales y no los pesques ni cazes
- Reporta las descargas de contaminantes al medio ambiente
- Y siempre mantené una actitud de respeto y contemplación de la naturaleza
¡Podés escribirnos cuáles se te ocurren a vos!
Fuentes: