Cada 17 de mayo se celebró el Día Mundial del Reciclaje, el cual fue declarado por la UNESCO para concientizar a la población sobre la importancia y utilidad de reciclar los residuos para proteger el medio ambiente.
El reciclaje es el tratamiento que se le da a los materiales usados o desperdicios en un proceso de transformación o aprovechamiento para que puedan ser utilizados nuevamente, es decir, reintroducirlos en el ciclo de producción.
Este es un círculo virtuoso del que participan, o deberían participar, todos los actores de la sociedad: empieza con una adecuada separación domiciliaria; pero también es necesario que existan gobiernos decididos a implementar, legislar y controlar una gestión apropiada de esos residuos; y por último es preciso que los fabricantes utilicen la mayor proporción posible de materiales reciclados, para reducir la necesidad de utilizar materias primas vírgenes.
Lamentablemente los mares y océanos son los grandes vertederos de plásticos y residuos donde la población mundial arroja sus desechos. Millones de botellas, bolsas, envases, empaques, microplásticos (pequeñas partículas de plástico resultado de la descomposición o deterioro de éste) son despedidos al ambiente sin ningún tratamiento, generando un grandísimo deterioro ambiental que podría ser evitado, al menos en parte.
Es por ello que el “reciclaje” debe ir de la mano del “reducir” y el “reutilizar”, ya que es el único camino posible para suspender, o al menos retrasar, el ya tan avanzado deterioro del medioambiente. Y para ello es fundamental revisar y reflexionar sobre nuestros hábitos de consumo.
Y entre nuestros “hábitos de consumo”, el del agua es uno de los más importantes dada la centralidad que tiene tanto en nuestra vida cotidiana, como para el funcionamiento de nuestro planeta.
¿Podemos “reciclar” el agua?
Algunos países han avanzado mucho en este tipo de procesos, reutilizando el agua no potable para riego agrícola, limpieza de espacios públicos, llenado de estanques recreativos o fuentes ornamentales, así como también refrigeración o procesos industriales.
Pero, ¿podemos reciclar el agua en casa? Definitivamente la respuesta es SI. Y podemos “reutilizarla” para así también “reducir” su consumo. Te damos algunas ideas para hacerlo:
- El agua que generan los aires acondicionados puede ser utilizada para riego o limpieza.
- En la ducha, mientras esperamos que se caliente podemos llenar un balde y reutilizarlo en el inodoro.
- Si bien siempre es mejor darse una ducha que un baño (porque implica un mayor ahorro), el agua sobrante puede usarse para riego.
- El agua de cocción (de pastas u hortalizas) podes utilizarla para regar las plantas.
- Cuando llueve, se puede recoger y almacenar agua para utilizarla en riego o limpieza de todo tipo, como baldear una vereda o lavar un auto.
Como ves, hay muchos hábitos que podemos cambiar para mejorar y reducir nuestro consumo de agua, adoptando prácticas más “amigables” con el recurso hídrico y por lo tanto con nuestro planeta.
Podés escribirnos y contarnos qué haces para “reciclar”, “reducir” y/o “reutilizar” el agua, o también podés enviarnos qué otras ideas se te ocurren.
Descarga la nota aquí